domingo, 25 de octubre de 2009

De una historia de amor como otra cualquiera

Se conocían desde hace tiempo, tanto que eran capaces de hablar sin siquiera emitir ningún sonido. Pasaban el tiempo mirándose el uno al otro, admirando la belleza que tenían enfrente, sin siquiera necesitar nada más… Un día tras otro, tras otro, amándose apasionadamente, sintiendo como el deseo creía dentro de ellos.

-Me gustaría tocarte- decía él.

-Me encantaría ser tocada por ti.-contestaba ella.

-Deseo besarte-decía él.

-Me encantaría ser besada por ti-contestaba ella.

Sin embargo aún no habían podido saciar sus deseos, aún no habían podido unir sus almas en un beso, ni siquiera rozar sus cuerpos… La distancia los separaba, una distancia tal vez muy pequeña, pero que se hacía infinita.

Día tras día, él la admiraba. Día tras día él la deseaba.

Día tras día ella veía como le miraba. Día tras día ella veía como la deseaba y tímidamente se sonrojaba.

Se conocían desde hace tiempo, tanto que eran capaces de hablar sin siquiera emitir ningún sonido. Se amaban casi desde el primer momento, pero nunca habían podido superar esa distancia.

-Paciencia-le decía ella.

-Paciencia…-contestaba resignado él.

Entonces, un amanecer de primavera ocurrió. Lentamente él despertó y como todos los días la miró: su belleza no era de este mundo, tan blanca como la nieve, tan verdes sus ojos que eran como esmeraldas… Y supo nervioso que había llegado el momento. El momento en que por fin podría besarla…

Estaba nervioso.

Estaba nerviosa.

Él cerró los ojos y dejó que todo ocurriera, Sintió cosquillas mientras buscaba su beso, mientras imaginaba qué sería tocarla. Y se dejo llevar.

Ella mantenía los ojos abiertos, viendo como su beso llegaba, observando como por fin la distancia era superada, sabiendo que pronto su amor daría sus frutos. Tenía miedo, no podía negarlo. Tenía miedo, la primera vez que estarían juntos en cuerpo y alma… Y se dejó llevar.

Ningún beso fue como ése que se dieron aquel día. Ningún ser vivo hizo el amor como ellos, lentamente, con cuidado para no hacerle daño, con cosquillas, con inocencia, con pasión, con inocencia…

Y el insecto, inocente en su trabajo, ni siquiera sabía que estaba pasando….





sábado, 24 de octubre de 2009

De una vuelta a la oscuridad

Porque como siempre es la oscuridad la que me aloja en su seno, ocultándome de miradas hipócritas, dándome la vida, siendo más que la ausencia de luz...

El mundo ha cambiado, he tardado demasiado en darme cuenta pero al final he reaccionado; comienzo una metamorfosis dolorosa: la oruga que se convierte, no en mariposa, sino en un ser indefinido, cuya forma aún está por determinar...

Y es que tantas veces que he amado, tantas veces que he repetido un continuo ciclo de conocer / amar / olvidar, de ilusionarme / desilusionarme... Tantas veces que he deseado tenerte en mis brazos, de acariciar tus cabellos y decirte con palabras sinceras: "todo pasará, todo pasará..."

Tantas veces que he buscado el amor y cuando lo he encontrado resulta que más que una posesión fue un alquiler, pocas veces siendo el primero y nunca el último... Tantas veces que he sentido la rabia recorrer mis venas, de intentar odiarte, de aborrecer al ser amado... Tantas veces que lo he intentado y nunca me di cuenta que era tan fácil.. .

Y por eso no conseguía hacerlo, porque búscaba complicadas cábalas, hechizos olvidados, conjuros de birli birloque... Sin darme cuenta que todo era más sencillo...

La gente viene y se va, va y viene, cada una dejando un rastro de su persona en nuestra vida, cada una dejando una experiencia que con el tiempo nos enseñará algo, pero que ahora guardamos sin saberlo en el fondo de nuestro corazón... Un corazón roto en pedazos, tantas veces que la sola idea de recomponerlo me da risa, habiendo quedado trozos por el camino: tú te llevaste uno, aquella pequeña del colegio, la de las coletas que tímidamente me dio un beso, mi primer beso, en aquel inocente juego de "El Conejo de la Suerte", cuando los besos eran puros y castos, llenos de una sensación de cosquilleo en el estómago que poco a poco se fue perdiendo... Aquella niña de azul, la de las coletas, se llevó un trozo de mi corazón...

Y qué es lo que harás con ese trozo... La verdad lo desconozco, ya que no me pertenece, pero sé que él velará cada uno de tus sueños cada noche, que me podrás olvidar, que puede que ya lo hayas hecho, que puede que la tristeza se haya terminado para siempre y tu sonrisa sea un tatuaje perpetuo en tu rostro...

Y la verdad es que me alegro de ello: Lo único que puedo echarte en cara es que permitieras que me enamorara de ti y ni siquiera eso, porque ambos dos sabíamos que pasaría, ambos dos sabíamos las reglas del juego...

Pasará el tiempo, lo sé, un tiempo en que no existiré y de pronto encontrarás algo que te hará recordarme: un escrito en una servilleta de papel, un beso perdido en tu mejilla, un sueño que te regalé... Cualquier cosa que sea parte de mí y que te haga pensar en mí... Y en ese momento sólo Dios sabe que pasará...

Ojalá pudiera decir que es el alcohol el que habla por mí, ojalá pudiera decir que la continua juerga, la orgía y la bacanal han secado lo que sentía por ti... Pero simplemente es la oscuridad que me llena, aquella de la que huía y que pacientemente me esperaba; y no creas que siento miedo ante mi metamorfosis. Al contrario, puedo decir que la espero, que la deseo... Simplemente tengo miedo de la frialdad que siento ante todo lo que está pasando, la impasibidad ante esta falta de luz....

24-10-09

6:57 a.m


lunes, 12 de octubre de 2009

De un 9 de octubre de 2009. Reflexiones de un treintañero novato

El 9 de octubre de 1940 nació John Lennon.

El 9 de octubre de 1964 nació Guillermo del Toro.

El 9 de octubre de 1967 asesinaron al Comandante Che Guevara.

Y fue el 9 de octubre de 1979, hace ya la friolera de treinta años, cuando mis pulmones tomaron por primera vez su primer aliento y por manías que tiene uno, le cogí el gusto y aún no he parado.

Fue en ese año en que debido al amor de dos personas maravillosas, nació éste que os escribe, dos personas a las que nunca he demostrado el cariño que se merecen, por ser como soy y que he decepcionado tantas veces que ya no sé ni contarlas y que siguen ahí pese a todo...

Y es que en este año de 2009 en que los niños pequeños aprenden a decir crisis antes que papá: Crisis económica, crisis personal, crisis de los treinta, crisis matrimonial, joder si hasta en el universo DC están con la llamada Crisis Final. Pues en este año se me ocurre a mí cumplir treinta tacos...

Debo decir que tenía miedo. Ninguna de mis expectativas de cuando era pequeño se han cumplido. También debo decir que mi cumpleaños empezó con una pequeña desilusión y es que nunca aprenderé que la ilusión siempre es más rápida que su hermana gemela que es más paciente y tarda un poco más en llegar, aunque siempre llega...

También debo aprender que el día tiene 24 horas, y que los fines de semana son muy largos y que tengo unos amigos que valen su peso en oro. Muchas gracias a todos por este gran cumpleaños.

En estos treinta años han pasado mil cosas: he conocido a mucha gente, gente que me ha enseñado cosas increíbles, a amar, a odiar, a reír, a ser feliz, a estar triste...

Mucha gente se ha ido de mi vida. Algunos porque así lo quiso el destino. Otros porque nuestros caminos se separaron. Y otros desgraciadamente, porque al ser como soy se fueron cansados de intentar penetrar mi armadura, consolándome en la idea de decir que todos tarde o temprano se van de mi vida, sin saber que era yo el que los echaba...

He cometido muchos errores, pero nunca he huido de sus consecuencias (algunas de las cuales sigo pagando aún).

He mantenido una amistad que ya quisieran muchos , con los amigos de toda la vida y con algunos nuevos, con los que celebré mi cumpleaños, rodeado de ellos, mi segunda familia.

He escrito historias maravillosas, creado mundos enteros, personajes tiernos, odiosos, un Viejo Cuentacuentos que no se cansa de contar historias sin darse centa que ya apenas le escucha nadie...

He conocido a la persona cuya alma fue una con la mía en otra vida, lástima que en ésta no puedan unirse...

Y es que al haber nacido del amor de dos personas, dos personas gracias a las cuales estoy escribiendo esto, que me han enseñado como debo ser, soy un ser de amor, un avatar del cariño que a la vez odia que le den alguna muestra de él, al no creerse merecedor de ella. POrque, no soy nada del otro mundo, simplemente hago lo que creo que está bien, siempre intentando arrancar una sonrisa, siempre ilusionado con esa historia que quiero contarte, sin pedir nada a cambio, simplemente que esa noche duermas soñando con ella...

Me han acusado de estar siempre triste, de que me gusta ese estado... Puede que sea cierto, ya que si fuera más egoísta, si fuera menos soñador sería más feliz, los pies en la tierra y pasadno de todo y de todos. Sería más feliz sí, pero no sería yo, y vosotros no estaríais a mi lado...

Y es que eres tú quien debe sentirse afortunado o no de recibir este mail, esta divagación nocturna y si alguna frase te ha gustado, tómala, quitámela de las manos y úsala en tu beneficio. Hazla tuya. Tienes mi permiso.

Treinta años ya...Tres decadas llenas de cariño, ilusión y desilusión... Tres decadas llenas de risas y algún que otro llanto. Tres decadas que no cambiaría por nada.