domingo, 11 de enero de 2009

De Una Generación Perdida

Pertenecemos a una generación que a priori sería la más grande. Una generación nacida en la democracia, una generación llena de ilusiones, con grandes oportunidades... Una generación alimentada con un sólo Petit Suisse, en la que el Bollycao traía pegatinas para coleccionar y en la que pasábamos más tiempo en la calle jugando a pillar que jugando a un puto video juego...

Pertenecemos a una generación engañada, una generación a la que se le refriega el hecho de haber tenido más oportunidades que la que nos precedió... Una generación con grandes expectativas que al no verse cumplidas nos tratan como pasto de los buitres...

Cuántas veces habré escuchado "yo con tu edad no tenía esto ni aquello", "con tu edad estaba harto de trabajar". A veces siento ganas de pedir perdón por haber nacido, nacido en este mundo y no haber compartido las desgracias de la generación de mis padres, no haber sufrido el azote de una dictadura y el hambre de una postguerra... Porque ese es mi puto pecado, haber nacido en el año 1979, hace ya casi treinta años, ser la primera generación de una democracia cada día más corrupta... Y es que es así: yo sólo pienso en dormir, en leer tebeos y en estar delante del ordenador... Ilusos... No se dan cuenta que en mi soledad paso las noches enteras desvelado, que el ordenador se ha convertido en un sustituo triste del contacto humano, porque una vez aprendida la palabra misantropía la tomé como mía, y nadie es quien para soportar mi trsiteza, mi grosería, mi desesperación...

Mi generación, aquella para la que ser estudiante es ir a un cesped a fumar porros, mientras papá y mamá pagan tu carrera... Mi generación, aquella que se esta convirtiendo en "pureta" y yo sin embargo sigo mirando con escepticismo la barba que sale debajo de mi nariz y que apenas puebla mi labio superior...

Una generación vacía, una generación que no ha tenido ningún logro: no vivio los años de la transición, no vivió el 23F ya que casi ni sabíamos hablar, no tiró el muro de Berlín, y cuando cayó estabamos más interesados en ver a un erizo gigante de color rosa hablando con la gente de su barrio que en ver como la libertad llegaba a los países del Este...

Me enseñaron que siendo bueno con las personas te pasarían cosas buenas, me enseñaron que si amabas a alguien con todo tu corazón, todo podría ser posible...

Pero malditos cabrones, por qué no me dijistéis la verdad... Por qué no me contastéis que el mundo perfecto no existe, que apenas existe un trabajo decente y que esa chica nunca se enamorará de mí...

Pero claro, es así... Y yo con 29 años a las puertas de los 30, sólo pienso en tonterias: ordenador, cómics y nada más...

3 comentarios:

Peibol dijo...

Grande muy grande

Anónimo dijo...

Hay una gran declaración de Bart Simpson que dice en un diálogo, y es algo como esto:

Hombre: En mis tiempos los niños no eran así.
Bart: Sí, pero estos son mis tiempos y aquí mando yo.

No la recuerdo exactamente, pero pensé "Qué triste gran verdad" xD

Vald Ravenfall dijo...

dios...este texto merece una eyaculación en toda regla (si tal como suena literalmente , no han pensado mal, esta aposta)

"Ta Mu Mal Er Mundo" es una buena conclusión , la otra conclusión es que vendré a leer mas textos tuyos con los que me are una buenas pajas mentales con las cuales de seguro gozare sin limite desde mi mesa de dibujo